martes, 2 de noviembre de 2010

VASO DE CERÁMICA DE PAREDES FINAS Y MOLDE DECORATIVO (HUESCA)



Vaso. NIG: 09671

Altura: 8,3 cms.

Diámetro boca: 7,7 cms.

Diámetro base: 4,9 cms.




Molde cara. NIG: 09074

Longitud: 2,1 cms.
Ancho: 2 cms.
Grosor: 1,9 cms.



Osca, convertida ya a principios del siglo I a.C. en una población completamente romanizada, llegará a ser en época imperial Municipio de Derecho Romano. Las excavaciones arqueológicas realizadas en la última década están aportando un rico material arqueológico que nos muestra la riqueza de la ciudad y sus habitantes. Junto a los vestigios arquitectónicos, aparecen los restos muebles, de entre los que destaca la cerámica.

No en todos los alfares se realizaban todo tipo de cerámicas, dado que, por ejemplo, los alfares donde se realizaba la terra sigillata solamente se instalaban en puntos adecuados, pero existe un número mayor de pequeños alfares que producían piezas de menor exquisitez, dedicadas a un uso más diario, como es la cerámica de cocina, o piezas que no tienen la calidad de la cerámica de lujo, como es el caso de la cerámica engobada. Esta cerámica, con el fin de cubrir la demanda de cerámica para la mesa, y buscar cierto grado de “lujo” aparente copiarán formas de otro tipo de cerámicas, como la terra sigillata, o incluso vajillas de otros materiales, tales como el vidrio o el metal.

En Osca no existió un alfar con producción de cerámica de lujo tipo terra sigillata, aunque sí que funcionó un alfar a mediados del s. I d.C. que se encontraba en la actual C/ del Parque y que imitaba las producciones de terra sigillata, así como cerámica de servicio y cocina.

Sin embargo en estos alfares no se sólo producían copias de las producciones de terra sigillata. Se podía dar el caso de que se produjesen formas locales de cerámicas que triunfaran entre los habitantes de ese enclave. Este es el caso del alfar que existió en la actual calle del Parque de Huesca que, en la 1ª ½ s. I d.C., produjo jarras, cuencos y vasos con características singulares. De estas producciones destaca un vaso para beber de cerámica de paredes finas. Presenta la singularidad de borde exvasado, cuerpo carenado, asas de sección oval que unen el borde con la carena y fondo plano. La pieza está realizada con pasta muy decantada y de superficie exterior engobada en tonos rojizos. Como decoración, presenta un rostro aplicado en cada frente, sobre la carena.

Este alfar nos ha proporcionado no sólo un repertorio de caras de personajes, sino que se han localizado, por el momento, dos moldes con el negativo de las imágenes a estampar en los vasos.


jueves, 16 de septiembre de 2010

CRUCE DE CAMINOS. Ciclo de lecturas poéticas.


MUSEO DE HUESCA. Sala de la Capilla.
Sábado, 18 de septiembre de 2010.
19,00 horas.




Cruce de caminos es una actividad organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) en colaboración con la Obra Social “la Caixa” y cada uno de los museos en los que se organiza el ciclo para complementar la exposición Ars itineris. El viaje en el arte contemporáneo concebida como una reflexión so ...bre los nuevos peregrinos. En ella participan 99 artistas de 25 países que reflejan los diversos intereses que llevan al ser humano a abandonar su hogar y trasladarse a tierras extrañas, ya sea por deseo de conocer otras culturas, otras geografías, otras gentes, ya sea como consecuencia de verse empujado por circunstancias políticas, económicas o culturales.

El ciclo, dirigido por Cecilia Quílez, tendrá como sede Huesca, Vigo, Pamplona y Vic entre el 18 de septiembre y el 9 de octubre y en él participarán divididos en grupos de cuatro dieciséis poetas a los que la SECC les ha encargado un poema expresamente para la ocasión, tomando la poesía como expresión creativa del contacto entre las culturas, y la palabra como producto de la búsqueda emprendida por el viaje y la reflexión.

¿QUÉ ME PONGO HOY?


DIDÁCTICA INFANTIL Y PIRMER CICLO DE PRIMARIA
Realmente el Conde de Aranda ha descubierto todo un mundo. Creía que tenía claro qué indumentaria debía utilizar para cada acto, pero un mar de dudas le invaden. En el Museo de Huesca, su casa desde hace años, ha descubierto que no todos visten como él. A lo largo de la historia los modos de vestir han cambiado, y siguen cambiando. Por tanto, a través de la nueva didáctica dirigida a chavales de infantil y primer ciclo de primaria, deberemos ayudar al Conde a elegir el vestuario más idóneo.



OS ESTÁ ESPERANDO

lunes, 12 de julio de 2010

PIEZAS DESTACADAS 3 TRIMESTRE 2010

TERRACOTAS HELENÍSTICAS DE CALVI (CAMPANIA, ITALIA)


Cabeza. NIG: 01205 Mano. NIG: 01269

Altura: 22 cms. Longitud: 23,2 cms.

Ancho: 14,7 cms. Ancho: 9 cms.

Fondo: 11,5 cms. Grosor: 6,8 cms.

Depósito del Museo Arqueológico Nacional de Madrid


En 1874 el Estado Español adquirió al Marqués de Salamanca una importante colección de antigüedades, entre los que se encontraba un importante lote de terracotas procedentes de la ciudad italiana de Calvi Risorta, y que fueron depositadas en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. En 1953 parte de este lote fue distribuido entre los diversos museos arqueológicos provinciales, entre los que estuvo el Museo de Huesca.

La ciudad de Calvi Risorta, situada en la provincia de Nápoles, fue en la antigüedad la ciudad de Cales, situada sobre la Vía Latina. Conquistada en el año 335 a.C. por los romanos, la convirtieron en colonia latina, contando en esta época con dos importantes templos, uno de los cuales existía ya en el s. VI a.C., y en los que presentaban ofrendas a las divinidades en forma de exvotos, en su mayoría de barro cocido.

Estos exvotos suelen hallarse hoy en día en depósitos, dado que cuando los santuarios se encontraban muy saturados con este tipo de ofrendas, éstas eran extraídas de forma ritual y depositadas en fosas excavadas en el suelo consagrado del santuario o en la propia estructura del podium del templo. En ocasiones, estos exvotos se rompían para evitar usos posteriores o saqueos.

El depósito del Marqués de Salamanca procedente de Calvi responde al grupo denominado “etrusco – lacial – campano” cuyas características principales son el uso del barro cocido y una técnica de fabricación mediante matrices o moldes. Tras sacar la pieza del molde, el siguiente paso era el retoque que el artesano efectuaba sobre su superficie para finalmente bañarla en una capa fina de arcilla muy diluida que uniformaba la superficie adecuándola para la aplicación del engobe.

Los principales tipos de exvotos de la colección del Museo Arqueológico Nacional son estatuas, cabezas, estatuillas y elementos anatómicos, aunque también existen otros como representaciones de animales, edificios, frutas, etc.

Las piezas que se encuentran depositadas en el Museo de Huesca se pueden dividir en tres grupos: cabezas, exvotos anatómicos y animales.

El primer grupo comprende cabezas enteras, máscaras y una media cabeza. El segundo grupo los constituyen un conjunto de pies y manos, y el tercero está formado por toros y jabalíes.

La intencionalidad religiosa de estos exvotos es difícil de conocer, máxime cuando se ignora la divinidad a la que iban dirigidos. Para algunos investigadores como Pazzini la ofrenda votiva puede interpretarse como una sustitución de la parte afectada por la enfermedad, mientras que para otros el sentido primordial de estos exvotos sería materializar la personalidad del devoto en una parte del cuerpo: la cabeza.

Por lo que respecta a los exvotos anatómicos más abundantes son los pies, lo que ha llevado a suponer que la ofrenda estaría en relación con el buen término de un viaje.

Por último hay que añadir que la cronología de esta colección es muy relativa dadas las circunstancias de su hallazgo donde no se conoce el contexto arqueológico en el que aparecieron, pudiendo situarse entre el s. IV y el s. III a.C., y prolongarse hasta el s. I a.C.


Cabeza.

Cabeza femenina velada, peinada con raya al medio formando ligeras ondas que le caen hasta los hombros. Frente alta y triangular, ojos almendrados con párpados marcados, así como las pupilas. Nariz recta y boca con los labios bien moldeados y comisuras marcadas. Presenta cuello alto donde es visible un collar compuesto por cadena de la que salen una línea superior a modo de pequeñas hojas y una inferior de cuentas con remate de hojas similares a las superiores.

La parte posterior es convexa para dar sensación de volumen, hueca y con orificio superior.





Mano.

Mano derecha que muestra los detalles de las líneas de la palma, mientras que el dorso se presenta liso. Toda se encuentra recubierta de engobe rojo.

jueves, 1 de julio de 2010

ARS ITINERIS. El viaje en el arte contemporáneo

2 de julio - 10 de octubre
Nuestra vida misma es un viaje, un itinerario vital que se despliega desde el momento en que venimos al mundo hasta que lo abandonamos. Y en ese itinerario surgen otros muchos que nos llevan a abandonar nuestro hogar y viajar a tierras extrañas por los más diversos motivos. Uno de ellos sería el que surge del deseo de conocer otros mundos, otras tierras, otras gentes. El otro aquel al que muchas personas se ven obligadas por causas ajenas a su voluntad ya sean sociales, políticas o económicas. Este último se ha visto incrementado a todo lo largo del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI. Las figuras del emigrante y el exiliado, pero también del expatriado por el hambre o las guerras que siguen asolando nuestro mundo globalizado adquieren un enorme protagonismo en las sociedades contemporáneas.
Pero hay también otros viajes, aquellos más simbólicos, como el viaje a la memoria o el viaje interior, el viaje soñado o imaginado. Del viaje salimos transformados. Hemos abandonado el hogar, allí donde nos sentíamos más o menos seguros, para adentrarnos en lugares que no conocemos, en los que tenemos que enfrentarnos a nuevas formas de vida, otras lenguas, otros modos de pensar y de actuar. Sentimientos como el desarraigo y la nostalgia de lo que dejamos, nos invaden. Pero como señala Claudio Magris: «Viajar enseña el desarraigo, a sentirse extranjeros en la vida, incluso en casa, pero sentirse extranjero entre extranjeros acaso sea la única manera de ser verdaderamente hermanos».
A través de todo tipo de soporte —pintura, escultura, fotografía, vídeo e instalaciones— y dentro del tema general del viaje en el arte contemporáneo, la exposición hace hincapié en aspectos relacionados con el mismo, tales como el viaje exterior/peregrino, cartografías, paisajes, campo de estrellas y viaje interior.
La exposición, que se presenta simultáneamente en siete ciudades: Pamplona, Vitoria-Gasteiz, Huesca, Logroño, Oviedo, Vic y Vigo, y que contará con una acción en Santiago de Compostela como final de recorrido, ha sido organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales con motivo del Xacobeo 2010.

Xosé Luis Canido y Oliva María Rubio
COMISARIOS

jueves, 13 de mayo de 2010

Día Internacional de los Museos 2010









El Museo de Huesca celebra el Día Internacional de los Museos con un programación de actividades que comienzan el sábado 15 de mayo con el taller para familias, continúa el domingo 16 con la inauguración de la muestra de Terra sigillata en Osca, teatralizaciones y un taller de cerámica con el ceramista Enrique Alagón y una degustación de comida romana diseñada por Sergio Azagra, y se culmina el propio día 18 de mayo con la exposición de los trabajos realizados en el taller de cerámica y la remodelación de la exposición permanente del ámbito de Valentín Cardera.

Aquí tenéis la agenda completa:

miércoles, 14 de abril de 2010

2º DÍA ACTIVIDAD PARA FAMILIAS EN EL MUSEO DE HUESCA

Este próximo sábado 17 de abril la Asociación de Amigos del Museo de Huesca ha programado el segundo día de la actividad destinada a descubrir el Museo de Huesca en familia.

Al igual que el pasado 27 de marzo, las familias que acudan al Museo de Huesca van a poder disfrutar de una visita muy especial a la colección permanente de nuestro museo. Una manera diferente de acercarse a conocer nuestro patrimonio. Los asistentes tendrán la oportunidad de convertirse en auténticos investigadores y, a modo de gymkana, resolver todos los misterios que nos plantean los cuadros y esculturas de las diferentes salas. Sólo de esa manera serán capaces de resolver el enigma del misterioso baúl que ha aparecido en el patio y que esconde una gran sorpresa. Para ello tendrán que agudizar todo su ingenio y resolver los enigmas, eso sí, en familia. Os esperamos a todos este sábado 17 de abril a partir de las 18.00.

Para reservar llamar al teléfono del Museo de Huesca: 974 220586.

Edad recomendada de los niños: de 6 a 12 años.

Los niños deben ir con un adulto.

Nos vemos en el Museo.

martes, 23 de marzo de 2010

ACTIVIDAD PARA FAMILIAS EN EL MUSEO DE HUESCA


La Asociación de Amigos del Museo de Huesca, como parte de sus fines, ha programado para esta primavera una actividad destinada a descubrir el Museo de Huesca en familia. Esta actividad comenzará este próximo sábado 27 de marzo, y se repetirá el sábado 17 de abril y el sábado 15 de mayo.

Las familias que acudan al Museo de Huesca van a poder disfrutar de una visita muy especial a la colección permanente de nuestro museo. Una manera diferente de acercarse a conocer nuestro patrimonio. Los asistentes tendrán la oportunidad de convertirse en auténticos investigadores y, a modo de gymkana, resolver todos los misterios que nos plantean los cuadros y esculturas de las diferentes salas. Sólo de esa manera serán capaces de resolver el enigma del misterioso baúl que ha aparecido en el patio y que esconde una gran sorpresa. Para ello tendrán que agudizar todo su ingenio y resolver los enigmas, eso sí, en familia. Os esperamos a todos este sábado 27 de marzo a partir de las 18.00.

Para reservar llamar al teléfono del Museo de Huesca: 974 220586.

Edad recomendada de los niños: de 6 a 12 años.

Los niños deben ir con un adulto.

viernes, 5 de febrero de 2010

Conchas de Peregrino

Concha pequeña. Altura: 6,3 cm., ancho: 7,2 cm. (Procede de Santa Cristina de Somport)
Concha plana. Altura: 7,7 cm., ancho: 7,3 cm. (Procede de Jaca)
Concha grande. Altura: 10,3 cm., ancho: 11,7 cm. (Procede de Jaca)
Concha negra. Altura: 8,1 cm., ancho: 8,5 cm. (Procede de Jaca)

El origen del Camino de Santiago se remonta al siglo IX, cuando el Obispo Teodomiro señaló que el apóstol Santiago se encontraba enterrado en el denominado fin del mundo (finis terrae), en Finisterre. En este lugar, con la ayuda del rey asturiano Alfonso II el Casto, se construye la ciudad de Compostela (campus stellae). El papa León II ordenó la construcción de la primera iglesia de Santiago en Galicia para albergar los restos del apóstol.

El flujo de peregrinos comenzó aprovechando las antiguas calzadas romanas. Antes del siglo XI los peregrinos europeos que atravesaban el Pirineo por su parte central utilizaban preferentemente la vieja calzada romana Bearn-Zaragoza, que penetraba en la península por el puerto del Palo, bajaba hasta el monasterio de Siresa y Hecho para llegar a Astorito, sede real junto a la actual localidad de Puente de la Reina.

En el siglo XI los reyes Alfonso VI de Castilla y Sancho Ramírez de Aragón se esfuerzan por dotar al Camino de las infraestructuras necesarias: puentes, nuevas calzadas, hospitales y baños aparecen por todo el camino, entre los que destaca el Hospital para peregrinos de Santa Cristina de Somport. Es esta vía por el Somport la que adquiere más importancia gracias a varios factores: el auge del comercio continental, la mayor comodidad del trazado (frente al puerto del Palo), el protagonismo de Jaca y el prestigio del hospital de Santa Cristina en Somport, fijando este paso como el principal en la zona central del Pirineo. Queda configurado el llamado camino aragonés: Somport, Canfranc, Jaca, Puente de la Reina, hasta Navarra por Sangüesa.

Enseñas del peregrino compostelano:

Todas las peregrinaciones, sin excepción, poseían toda clase de objetos y atributos característicos, recuerdos de las mismas, en muchos casos objetos santos o santificados. A veces eran piedras de los edificios santos, piedras de las tumbas, agua del Jordán, aceite de las lámparas que ardieron ante sus altares, velas quemadas ante la tumba de Cristo, limaduras de hierro de las cadenas de San Pedro, etc.

La peregrinación a Santiago durante los siglos XI y XII posee enseñas propias, entre las que sobresale el uso de veneras o conchas como gran atributo jacobeo. Son conchas de vieiras del tipo Pectem Maximus L. El uso de tal motivo fue tan pródigo en el peregrino jacobeo, que no solo tenía la presumible funcionalidad de ayudarse con ella para beber, sino que formaba parte de su indumentaria decorativa en el traje de romero, en la esclavina, en el sombrero. Ejemplo claro son las que se muestran.

La venera indicaba fundamentalmente la peregrinación a Santiago, pero por extensión se adjudicó a todo tipo de peregrinación, y por consiguiente era objeto de devoción local en otros santuarios, generalmente cerca del mar, como en Francia en el santuario de Saint-Michel, donde la efigie del santo ha de aparecer grabada en las representaciones de plomo, como lo hacía el Santiago matamoros en las de Compostela.

El estudio de las veneras naturales descubiertas en las excavaciones nos informa de la extensión e importancia del culto a Santiago a través de Europa y sus caminos, de las rutas de peregrinación, de los hábitos funerarios, de la evolución de los vestidos con que se enterraban los peregrinos, de las supersticiones, de las prácticas de la medicina popular, y otros muchos desarrollos de minuciosa atención. La mayoría de las veneras que aparecen en las tumbas, tales como las halladas en el cementerio que existía en la actual Plaza Biscós de Jaca (veneras grande y negra) no pueden ser consideradas como ofrendas mortuorias, aunque después de la Edad Media y hasta el siglo XVIII formaban parte del traje del peregrino enterrado con ellas.

Podemos así concluir que la venera es el signo por excelencia de la peregrinación jacobea, pero que en ningún caso nació como signo telúrico en el Camino, aunque si fue donde más importancia y desarrollo tuvo.

Otro de los elementos que actúan como enseña del peregrino compostelano son unas pequeñas imágenes de azabache representando a Santiago, cuya tipología prácticamente se limitaba al Santiago peregrino. El tipo más usual es el Santiago con los pies descalzos, barbas largas, sombrero de ala ancha levantada por delante con una concha, sosteniendo un libro en la mano izquierda contra el pecho, y en la derecha el bordón, tal y como se aprecia en las dos figuras de la imagen.

La representación del Santo Romero quedaría consolidada a finales del siglo XV, sin sufrir apenas variaciones en la producción de este tipo de imágenes hasta el s. XVIII, en que la figura del Santiago peregrino fue sustituida por el Santo con túnica y palio apostólico.